miércoles, 24 de octubre de 2012

El almohadón de plumas- Filminuto


Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter duro de su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Lo quería mucho, sin embargo, a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle, echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora. Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.
         Durante tres meses —se habían casado en abril— vivieron una dicha especial. Sin duda hubiera ella deseado menos severidad en ese rígido cielo de amor, más expansiva e incauta ternura; pero el impasible semblante de su marido la contenía siempre.
         La casa en que vivían influía un poco en sus estremecimientos. La blancura del patio silencioso —frisos, columnas y estatuas de mármol— producía una otoñal impresión de palacio encantado. Dentro, el brillo glacial del estuco, sin el más leve rasguño en las altas paredes, afirmaba aquella sensación de desapacible frío. Al cruzar de una pieza a otra, los pasos hallaban eco en toda la casa, como si un largo abandono hubiera sensibilizado su resonancia.
         En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. No obstante, había concluido por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
         No es raro que adelgazara. Tuvo un ligero ataque de influenza que se arrastró insidiosamente días y días; Alicia no se reponía nunca. Al fin una tarde pudo salir al jardín apoyada en el brazo de él. Miraba indiferente a uno y otro lado. De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó la mano por la cabeza, y Alicia rompió en seguida en sollozos, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado, redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia. Luego los sollozos fueron retardándose, y aún quedó largo rato escondida en su cuello, sin moverse ni decir una palabra.
         Fue ese el último día que Alicia estuvo levantada. Al día siguiente amaneció desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos.
         —No sé —le dijo a Jordán en la puerta de calle, con la voz todavía baja—. Tiene una gran debilidad que no me explico, y sin vómitos, nada.. . Si mañana se despierta como hoy, llámeme enseguida.
         Al otro día Alicia seguía peor. Hubo consulta. Constatóse una anemia de marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se iba visiblemente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin oír el menor ruido. Alicia dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pesos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, mirando a su mujer cada vez que caminaba en su dirección.
         Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes al principio, y que descendieron luego a ras del suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama. Una noche se quedó de repente mirando fijamente. Al rato abrió la boca para gritar, y sus narices y labios se perlaron de sudor.
         —¡Jordán! ¡Jordán! —clamó, rígida de espanto, sin dejar de mirar la alfombra.
         Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia dio un alarido de horror.
         —¡Soy yo, Alicia, soy yo!
         Alicia lo miró con extravió, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de largo rato de estupefacta confrontación, se serenó. Sonrió y tomó entre las suyas la mano de su marido, acariciándola temblando.
         Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide, apoyado en la alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
         Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio y siguieron al comedor.
         —Pst... —se encogió de hombros desalentado su médico—. Es un caso serio... poco hay que hacer...
         —¡Sólo eso me faltaba! —resopló Jordán. Y tamborileó bruscamente sobre la mesa.
         Alicia fue extinguiéndose en su delirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas alas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aún que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaron en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama y trepaban dificultosamente por la colcha.
         Perdió luego el conocimiento. Los dos días finales deliró sin cesar a media voz. Las luces continuaban fúnebremente encendidas en el dormitorio y la sala. En el silencio agónico de la casa, no se oía más que el delirio monótono que salía de la cama, y el rumor ahogado de los eternos pasos de Jordán.
         Murió, por fin. La sirvienta, que entró después a deshacer la cama, sola ya, miró un rato extrañada el almohadón.
         —¡Señor! —llamó a Jordán en voz baja—. En el almohadón hay manchas que parecen de sangre.
         Jordán se acercó rápidamente Y se dobló a su vez. Efectivamente, sobre la funda, a ambos lados del hueco que había dejado la cabeza de Alicia, se veían manchitas oscuras.
         —Parecen picaduras —murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil observación.
         —Levántelo a la luz —le dijo Jordán.
         La sirvienta lo levantó, pero enseguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban.
         —¿Qué hay? —murmuró con la voz ronca.
         —Pesa mucho —articuló la sirvienta, sin dejar de temblar.
         Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron, y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos crispadas a los bandos: —sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.
         Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca —su trompa, mejor dicho— a las sienes de aquélla, chupándole la sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón había impedido sin dada su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había vaciado a Alicia.
         Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.

Taller Toma Fotográfica Perspectiva (Parque Pies de los Deseos) 





















1.       Perspectiva Lineal
Indica que dos objetos que aparentan estar a determinada distancia, tienden a juntarse a medida que se alejan. El “punto de fuga”, está al mismo nivel de la vista. Básicamente se da en los puntos de vista frontal y lateral.
2.       Punto de vista lateral
El observador se encuentra a un lado de la línea de horizonte, con un punto de fuga visible o fuera de campo.
3.       Punto de vista frontal
Observador de frente al horizonte de manera perpendicular
4.       Perspectiva área
Forma parte de la lineal, pero se concentra en los fenómenos que ocurren al alejarse el objeto
5.       Punto de vista picado
Observador por encima del horizonte y de manera lateral.
6.       Punto de vista cenit-nadir
Observador encima del horizonte de manera perpendicular.
7.       Perspectiva forzada
Logra un tamaño relativo de los objetos. Los puntos de vista que mejor lo logran son el contrapicado y del nadir al cenit.
8.       Punto de vista contrapicado
Observador por debajo del horizonte y de manera lateral.
9.       Punto de vista nadir-cenit
10.    La figura es menos estable que el fondo. Se mueve más fácilmente la figura que el fondo.
11.    La figura es un objeto, el fondo no lo es
12.    Figura mayor que el fondo
Si uno de los objetos se acerca al observador y el fondo permanece constante en su posición, el objeto aumenta de tamaño con respecto al fondo.
13.    Figura igual que el fondo
Cuando objetos de tamaño muy diferentes están a cierta distancia sus tamaños se vuelven relativos y casi iguales
14.    Traslapo la línea que separa la figura del fondo pertenece a la figura y no al fondo. Se trata de una superposición de planos
15.    Transparencia: La figura es menos estable que el fondo
16.    Gradiente: El fondo continúa detrás de la figura



jueves, 27 de septiembre de 2012

FOTONOVELA














Elaboración de afiche de acuerdo con los períodos estéticos: Surrealismo


 



Medellín
La ciudad de la eterna

Hasta el coro de su propio himno habla por sí solo cuando narra la  singular forma de vivir de sus habitantes y  cuan bonito es el trabajo de la gente que  construye, cada día, esta hermosa ciudad.
“Te saludo ciudad de las flores,
donde siempre yo quiero vivir,
tierna cuna de eternos valores,
noble y bella ciudad Medellín”.

Hasta el más extraño se sorprende con esta ciudad tan bella
Según la cultura popular, se denomina extraterrestre a todo ser vivo originario de algún sitio del Cosmos ajeno a la Tierra o a su atmosfera. Esta vez, vemos a un extraterrestre descubriendo la luz que tiene Medellín. En el afiche se puede visualizar la imagen de un Ovni (vida extraterrestre inteligente), admirando el paisaje  desde las puertas de la segunda ciudad de Colombia, la capital de Antioquia.  
Abrir un telón de agua implica un significado de más. Se quiere resaltar el recurso hídrico de Medellín y la importancia que le proporciona esta a sus aguas. En el fondo, se logra advertir el famoso paisaje del Pueblito Paisa, una representación interesante de un típico pueblo antioqueño de comienzos del siglo XX, compuesto por una capilla que sobresale a los techos de barro de las casas de arquitectura colonial de una y dos plantas, una fuente característica de todo pueblo típico  y el ambiente antioqueño correspondiente. Este sitio turístico está construido en la cima del Cerro Nutibara el cual tiene una altura de 80m. 
Al borde derecho del paisaje que se acabó de describir se puede divisar un símbolo artístico bastante importante en la ciudad, la “Gorda de Botero”. Un claro ejemplo del gran desarrollo artístico y cultural de Medellín. El pintor colombiano Fernando Botero, oriundo de esta ciudad amable, le regaló otra cara a su centro dándoles a los ciudadanos la representación de una mujer cálida envuelta en un medio guiado por la modernización. 
En la imagen la “Gorda Botero” está rodeada de pájaros. La acción de la figura femenina está extendida hacia el árbol que se encuentra encima de ella. En sus manos se logra ver un ave comiendo de su palma y en sus pies también se posan las mismas. 
Al borde derecho se nota el Metrocable con unas alas que se asemejan a las páginas de un libro, lo cual se refiere a la educación de Medellín. Este medio de transporte tan práctico en la ciudad se muestra en el afiche flotando sobre nubes, explicando la forma en que trabaja este sistema de cable aéreo. 
La parte superior del afiche tiene de fondo un árbol. Sobre él hay un caballo alado con una franja verde y amarilla atravesando su centro.  Esta imagen representa el sistema de trasporte masivo de gran capacidad del cual dispone la ciudad de la eterna primavera y buena parte de su área metropolitana, el Metro de Medellín. 
Finalmente, en la parte derecha del telón se ven pequeños individuos con hojas en sus manos, esta representación hace referencia a la ciudad de la eterna primavera.

Análisis
El afiche presenta una composición con función narrativa. Las imágenes que aparecen forman una síntesis de lo que es Medellín, una ciudad amable. Por otro lado, la ilustración conforma un plano general y sostiene como campo visual la ciudad de la eterna primavera. 
La organización del boceto es una conglomeración de signos y símbolos típicos de la cultura paisa. En su estructura predomina la figura del triangulo y su orientación interna es horizontal, al igual que su orientación externa que corresponde hacia la misma dirección. La justificación del modelo es hacia el centro. Además,  su volumen es positivo. Los vectores encontrados en la imagen son: 
(Vector de velocidad: Caballo), (vector indicativo: Extraterrestre y la “Gorda Botero”) y (vector gráfico: el agua y el Metrocable). El debido magnetismo del afiche son todas las fuerzas dirigidas a su centro. 












TALLER: COMPOSICIÓN
 
 
1.    Mundo Visual:
El contexto, histórico, en el que fue registrada esta imagen es la Batalla de Iwo Jima, en la Segunda Guerra Mundial, de los japoneses contra los estadounidenses, que cumplían el papel de invasores, quedando como los vencedores.
Esta isla era indispensable para la estrategia de defensa de los japoneses. Por ello la invasión de Iwo Jima, el primer territorio japonés invadido  por parte de los estadounidenses, fue un golpe de derrota.
La invasión de Estados Unidos  tuvo lugar el 19 de febrero de 1945. Luego, en medio del combate, el capitán ordenó, a tres de los soldados y a uno de los médicos, subir a la cima del monte Suribachi. Finalmente, cuando lograron subir enterraron la bandera.
Con respecto a Iwo Jima era una isla volcánica de difícil geografía, pues su paisaje es rocoso, lleno de cuevas y barrancos; aspectos que se presentaban como una ventaja para los que jugaban el papel de defensores en la batalla.
 
2.    Campo Visual:
 
La imagen fue tomada, con una cámara Speed Graphic, por Joe Rosenthal (1911- 2006) el 23 de febrero de 1945. Joe, en ese entonces, se desempeñaba como corresponsal de la Associated Press, mientras se desarrollaba el conflicto en Iwo Jima, Japón
La imagen, denominada en inglés, “Raising the Flag on Iwo Jima” es considerada una fotografía que marca historia y es, por lo tanto, convertida en símbolo del triunfo estadounidense sobre el japonés.
Al observar la fotografía se puede detallar a cinco hombres, marines de las Estados Unidos, y a un médico de la armada que alzan la bandera de esta nación en el monte de Suribachi, mientras se desataba una de las guerras del Pacífico más cruentas: la batalla de Iwo Jima en la Segunda Guerra Mundial.
La fotografía tomó tanta relevancia y después de ser tomada, 17 horas más tarde era mil veces reimpresas en todos los periódicos del mundo. Esta imagen ha sido una de las importantes y numerosamente reproducida de la guerra. Su autor llegó obtener el premio Pulitzer de fotografía.
 
 
3.    Función (descriptiva, narrativa o dramática):
 
Según el cuadro de funciones que Pilar Gómez Mosquera propone en su guía, se percibe que la acción de tal fotografía cumple con la mayoría de características y aspectos que debe tener una imagen con función descriptiva (“Ayuda a ubicar al espectador dentro del contexto general de la historia visual que se está contando”).
Los aspectos por los que podemos señalar tal clasificación son los siguientes:
-       Plano de ubicación: panorámico, general y entero.
-       Planos por cantidad: en este caso se observa cuatro personas.
-       Dirección principal: horizontal
-       Magnetismo: abajo
-       Asimetría: neutro
-       Vector: gráfico
 
4.    Plano:
-        Planos de ubicación: plano general. Nos permite una vista amplia de toda la acción.
Gracias al uso que el fotógrafo hace de este plano, nuestro campo visual no se encuentra tan limitado, dando la posibilidad de observar un contexto más amplio, como el lugar en el que alzan la bandera. Entonces, así, se puede captar que el lugar, en donde se desarrolla toda la escena, es el monte de Suribachi en la isla de Iwo Jima, Japón.
 
-          Planos por cantidad: plano de grupos.
Es indiscutible el uso de este plano, pues en el ejercicio de levantar una bandera (que es en sí el foco de la imagen) se evidencia la acción de cuatro hombres, que por contexto, sabemos que se trata de integrantes de la marine de Estados Unidos y un médico de la armada.
 
5.    Estructura:
 
“Triángulo: Se representa en línea sólida. Es la forma más simple y la más usada de la composición. Cuando el triángulo está en su orientación normal, representa tranquilidad, estabilidad y potencia canalizada.
Cuando el triángulo está invertido (es decir sobre un vértice) representa inestabilidad y movimiento”.
En este caso se puede observar un triángulo que nos da la sensación, precisamente de inestabilidad, movimiento y dinamismo. Aspectos que le dan verisimilitud a la fotografía, pues de hace necesario que refleje tales aspectos, para agregarle el sentimiento de triunfo y lucha que requiere.
 
6.    Dirección externa:
La dirección externa de la imagen es horizontal, como se menciona anteriormente, porque ofrece una posibilidad más amplia de observar el ambiente y, en general, el contexto en el que se desarrolla la escena ftográfica.
 
7.    Dirección interna:
En este caso, la dirección marca de manera significativa una diferencia en la vista panorámica que la imagen ofrecía en un principio.
La dirección del interior posee características de verticalidad. Se comienza por mencionar la postura de las personas que realizan la acción, pues se encuentran de pie; también, se puede percibir tal aspecto por la posición en la que está siendo ubicada la bandera.
 
8.    Balance:
La disposición de los objetos en el cuadro de la imagen y el predominio del sentido horizontal en esta imagen es neutra, pues al realizar el ejercicio de dividir la imagen a la mitad, se encuentra que existe, se podría llamar, un equilibrio en la disposición de los objetos y las personas en la imagen.
Existe, al igual que en el lado izquierdo, parte de la acción, de las personas y del objeto que está siendo usado para la hazaña. Además de los colores dispuestos en cada mitad, de igual forma, logran dar una impresión de equilibrio.

9. Volumen:
Con referencia al volumen, se observa bastante espacio, considerado aire, especialmente el que ofrece el fondo (el cielo). Este espacio de aire permite establecer un descanso con respecto al caos que existe en el eje focal de la acción de la imagen. 
Esta clasificación de volumen es llamada volumen negativo.
Vale destacar que tal característica permite centrar la atención y el enfoque en la acción significativa de la imagen,

10.     Magnetismo:
 
Con respecto al magnetismo se observa que son ocupados dos tercios del espacio que                     tiene el cuadro de la imagen. Dos tercios, contando de derecha a izquierda, que se encargan de mostrar toda la acción, dinamismo, movimiento, hazaña y tensión presentes en la imagen. Allí es donde se centra la atención y el magnetismo de la fotografía.
Por otra parte, los bordes también cumplen un papel determinante en el magnetismo de la imagen. En este caso, el borde que mayor peso determinante tiene es, indiscutiblemente, el de abajo. Manifestando fuerza y la pesadez que causa la acción.

11. Vector (es):
Gráficos: “Son vectores no intencionados pero presentes, son independientes de una intención pero ayudan a señalar elementos con alguna fuerza en determinada dirección”.
Se puede observar tal fuerza en la dirección de la bandera. Sea intencional o no, tal vector nos obliga a centrar nuestro foco en esa dirección.

12.    Complemento psicológico:
Según la teoría de Gestalt, no se puede observar con detalle un grupo de personas, sino, una fuerza que está intentando izar una bandera.
También se percibe un complemento de continuidad en la dirección hacia la que está siendo ubicada la bandera, se establece tal dirección por muchos objetos que se presenten en el camino, nuestra percepción siempre va a estar dirigida hacia ese vector. 

sábado, 28 de julio de 2012

EL GRITO ARTÍSTICO: "EL ROSTRO DE LA GUERRA"


Salvador Dalí, nació en Figueres, España el 11 de mayo de 1904. Hizo parte del movimiento surrealista surgido en 1924 en Francia... Es más, él no hizo parte del movimiento, él era el surrealismo en esencia: 
«Yo soy el surrealismo»
 Dalí

Hacia 1940 realiza su obra "El rostro de la guerra". Considerada un símbolo que representa el homicidio humano de aquella época, donde se desarrollaba la Segunda Guerra Mundial. 
Dalí huye físicamente del homenaje a la muerte, pero su mente y su dolor siguen la trama que acusaba las vidas de un destino incierto de aquellas personas que nacieron y sin al menos imaginarlo, ya se encontraban condenadas. 

Salvador grita a ello, desde su mente atareada y desajustada suelta sus sollozos con su mejor arma: el arte.


Como conclusión final se puede percibir como este artista le da un nuevo giro a todos los aspectos de la vida que pudieron llegar a su cabeza: desde el amor convertido en obsesión, pasando por el nado en contracorriente de la homogeneidad que prima en el adormecimiento de las sociedad, llegando al grito ahogado, silencioso y desesperado por una guerra que aún no ha llegado a su fin.


A continuación, una breve presentación sobre el contexto biográfico e histórico en el que se desarrolla la obra: